No hay espesura, un camión
voltea su herrumbre y vomita
lirios con voz de un cigarrillo
consumido, el jazz rodeando
me escucho a mí mismo,
las pastillas para dormir
y la espera de otro sol
contra el asfalto.
Y otra vez el baño, otra vez,
Julia tus palabras,
no sirven, no sirves
para nada más nítido
que la noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario