Banco de Huérfanos



---...año 2005, año de desierto, de más poemas para Ningún Lugar...---

BANCO DE HUÉRFANOS

Siéntate aquí, en este banco débil
y huérfano. Hoy es más huérfano que nunca.

Mañana no estaremos aquí sentados
pero él seguirá, con toda seguridad, posando
como una obra sin diálogo. No sé que decir.
Excavé y he encontrado una salida.
Miras mis manos, son tierra, frágiles,
fugaces, casi arena. Mejor culpar al desierto.

Acaban de citarme. Es el último aviso.
Quédate si quieres, pero sólo un instante.
Él ya es huérfano, no creo que lo sienta
más que nosotros.

La Estación


LA ESTACIÓN

Un poema es un paso al exilio,
la cara de la despedida
que recordaré con su candado de soledad.

Ya te he escrito el último,
así que bésame, rápido, hay añoranza
con sonrisa de rail, un pañuelo, dos cafés
y aquel reloj que nos abandona a nuestra suerte.

Conserva esta servilleta,
estos versos,
y las lágrimas como único recuerdo
de esta estación.

Cien Años...y no de Soledad.


Parece mentira, pero llevamos cien años escribiendo en esta ciudad...o eso dicen, o al menos eso, Antonio, testifica el título de este libro en el que aparecemos, gracias a Antonio, como no asistimos.

Pero, sin duda, Antonio, hay que darle las gracias a Antonio porque sin él no nos citarían o por lo menos no hubieseis desarmado a la octava de los abacedarios de los que ya estamos cansados...y aun reímos...
(...toda esta marabunta, en apariencia sin sentido, tiene su explicación, aunque siga siendo un sin sentido...que cada Antonio se apropie de su nombre...)

Mi Nombre


-...31 de Marzo del 2004...-

MI NOMBRE

Hay que tachar versos,
llenar las papeleras para una hoguera,
calentarnos con las cenizas de nuestro fracaso
y hendir con la fragua aún roja de tormenta
la herida de nuestros pulmones,
con este humo que se diluye ilícito.

Hay que perder algo de vida,
algo de hombre,
algo de poeta,
por encontrar la palabra que nos nombra
y nos pertenece.

Relato de la Despedida



---...sigue el 2004. siguen las despedidas. las huidas anticipadas...---




RELATO DE LA DESPEDIDA

Partir es una guitarra forjada de dientes
mordiendo al aire la melodía,
quizás un silencio intenso
al caer frágil de la boca.

Partir es tu sonrisa de cuarto creciente
y el puñal en tus manos hundiéndose
certero como el sexo que se despide
para siempre.


Partir ahora es aquel pañuelo
con huellas de sangre
que vuela para no volver a caer
a tus pies.

Noche Abierta



---Verano 2004, caluroso, con ganas de huir...estos versos de ese poemario que llevaba por título "La Gran Huida" y que, como el anterior, se quedo como parte del poemario Ningun Lugar...para la huida, claro está...y evidentemente me fui...---


NOCHE ABIERTA

Noche abierta cuando la derrota
muestra su cara de fotografía omnipotente.
Noche abierta para indagar entre las paredes
los restos de todos los huesos abandonados,
encontrar todas las costillas calcinadas
y una cadera de juguete, un lamento de rótula.
Pesaron demasiado al cuerpo
cuando tuve que agarrar el viento con mi boca
y me ahogué de aire.

Pesaron como ahora,
en este instante de réplica a la realidad
donde reencuentro sumergidos a todos
los latidos tras estas ventanas cerradas,
con los ojos que me preceden como testigos
de una noche abierta
al mismísimo exilio.

Sol negro

Publicación de poemas en el número 3 (2009), de la revista digital Sol Negro...

Tardó en salir, pero salió por el horizonte...


http://www.sol-negro.tk/

Amalgama Número 1 (Febrero, 1999)


Hace ya un década surgió de la nada y para la nada una revista de carácter literario en la ciudad de Cartagena. De ella yo fui co-fundador, redactor, y miembro de la coordinación de la misma, además de ser su dulce verdugo un par de años después.
El germen de la idea nació un verano tórrido de 1998. En una lucha de alcohol, beneficiada por la juventud y las mujeres, una noche, hablando con Francisco Buyo, iniciamos el proyecto de realizar una única publicación en base a poemas míos y fotografías suyas. Aún recuerdo que la portada de la misma iban a ser el perfil de los hombros de una chica que, a la postre, estaría varios años sin hablarme. Claro está, la causa no fue que no le hiciéramos el reportaje.
Al poco tiempo, tomando un café aburrido con Juan Ignacio Ros, poeta sumergido en su mundo, surgió la idea de realizar una revista con el recuerdo puesto en "La Excusa", edición de años anteriores auspiciada por el ya desaparecido "Colectivo de Jóvenes Autores".
Aún así la idea tardó en tomar cuerpo.
El tiempo suficente para que otros dos conocidos llevaran a cabo una idea similar, y a la postre de mejor factura, con el nombre de "La Galera" (en la cual yo participé repetidas veces). Éstos eran Antonio Llorente Abellán y Héctor Castilla...pero mejor que ellos os cuenten su historia...
Tiempo suficiente para que pasara el invierno y entráramos en 1999. Tiempo suficiente para que un día, un buen amigo y buen prosista llamado Antonio Vela, perdido en los confines de Madrid hace tiempo, y yo no decidiéramos poner en marcha el proyecto. A éste, definitivamente, se le unió de manera permanente Juan Ignacio Ros como miembro de la coordinación, además de ser el que bautizara la revista con el nombre de Amalgama (además de buscar el símbolo químico para ilustrar la portada del primer número). Ciertamente no me gustó nada, pero nada se nos ocurría mejor, y así quedó.
Con el fin de financiar de manera autónoma la revista, y así de paso evitar publicaciones de anuncios en la revista, hicimos una cuota de suscripción, además de preveer que con cara tirada (150 éjemplares) pudiéramos doblar los gastos.
Los beneficios siempre tuvieron un buen final. Pregúnteselo al que escribe que también actuaba como tesorero oculto.

Así llegamos al número 1. Se vé que de tanta emoción se nos olvidó poner el precio de la misma, cifrado en 100 de las antiguas pesetas (0,66 céntimos actuales), por lo que en la imagen escaneada de la revista se puede apreciar que se puso a mano. Todo un detalle. Además, se repitió un mismo poema dentro de la revista. Para ser sinceros yo me despreocupé bastante de este número, dejándolo en manos de Juan Ignacio Ros (el cual aparecía bajo el pseudónimo de Un Fuego Sin Llamas, misterio que nunca pudimos arrebatarle), lo cual, visto tanto en su momento como con posterioridad fue un error garrafal. Las ilustraciones interiores son de baja calidad y sin ninguna relación con el diseño y el espíritu literario, y las erratas diversas y para todos los gustos.

Pero salió, color hueso, contando con la editorial de Francisco Buyo, citando a Octavio Paz, los poemas de Alfredo Wandossell, Eduardo Solano, Vicente Velasco, Sergio Gallego, Elena Orenes, Un Fuego Sin Llamas, Víctor Linares y El Tercer Hombre (pseudónimo con el que publicó con nosotros Antonio Llorente Abellán, coordinador de la cita Galera), además del relato de Antonio Vela.

Así, la primera experiencia fue poco grata, pero lo fue, con lo que la idea pervivió, aunque alimentada ya desde el pricipio con males que se dilatarían en la vida de esta revista como, por ejemplo, la ausencia de presentaciones.

De este número, hoy destacaremos un poema de un buen amigo mío, alejado ya de la pluma...

SILENCIO
Cada vez que paso a tu lado
Creo a lo lejos oírte
Y no salgo del propio asombro
¡sh, sh, sh, sh, sh...!
Se eriza la piel
Y me envuelve en seda el miedo
No sé, ni tan siquiera sé si quiero
El ruido del silencio me aturde
Quizás te escuche
Quizás te vea
Quizás te sienta
Preciado instante
De locuras que frecuento
Ahogándome al arrepentimiento
Y entre lágrimas
Por momentos
Sólo por momentos
Recuerde oírte
Oírte en silencio.

Eduardo Solano

P.D.: Asumiendo que todos somos una fuente de errores sin termino yo asumo los míos. Lo más fácil para mí hubiese sido corregir el texto arriba escrito sin dar más explicaciones que las necesarias al ofendido. Así, he de decir que los errores que se cometieron en este número original fueron de todos los componentes de aquel grupo. Más allá de nombres concretos debería haber hecho hincapié en la inexperiencia propia de la juventud.
Por ello, eximo a Juan Ignacio Ros Pérez, pidiéndole disculpas públicas, de la total culpabilidad de los errores, graves eso sí, nacidos en este número 1 de Amalgama...ahora bien, de su parte de culpa no....
Un saludo.
Vicente Velasco a 31 de Mayo del 2011.

Los Grados Necesarios del Naufragio


---...y esa pluma que iba cerrando el 2003...---


LOS GRADOS NECESARIOS DEL NAUFRAGIO

Coger bien la pluma, inclinarla
como en una simulación de alineación planetaria,
Marte, Venus y Plutón. La mitad de Júpiter.
La sombra de Urano y el devenir de la tinta.

Inclinarla, aportar suavidad inefable a la mano,
al igual que las olas esculpiendo la dulce geometría
de los grados necesarios para hundir este navío.

Transcribiendo los versos arabescos de nuestros recuerdos.
Los definitivos en la arquitectura del océano.
Nuestros restos.

Panorámica Inversa



---seguimos naufragando, seguimos en el 2003, frente al mar, en ese lugar...---


PANORÁMICA INVERSA

Un iceberg es un rascacielos invertido.

Chocamos contra la puerta, absurdos
ante el asombro.

Y nuestro ímpetu desfigurado por llegar a la azotea
nos hace quebrar nuestras piernas
por la borda de nuestra existencia.

Y llegar fatigados, deseosos de una panorámica definitiva,
estatuas de agua,
gárgolas del naufragio.

Historia de Recitales 6

Vicente Velasco Montoya
Jueves último de Febrero, 2009, presentación de la plaquette "Divanidosamente Nuestros", cerrando el I Ciclo Nocturnos Sobrios Jueves Poetílicos, con su consiguiente recital en el cual versamos los cuatro actores del año pasado.
Recital con sabor a Tango, a barrio, a calle y a agradecido aplauso. Recital con sonido y brevedad. Seguimos divandando.
Aunque ya no nos llamen hasta el año que viene...
(aquí dejo un enlace donde sale el video del recital)