-...31 de Marzo del 2004...-
MI NOMBRE
Hay que tachar versos,
llenar las papeleras para una hoguera,
calentarnos con las cenizas de nuestro fracaso
y hendir con la fragua aún roja de tormenta
la herida de nuestros pulmones,
con este humo que se diluye ilícito.
Hay que perder algo de vida,
algo de hombre,
algo de poeta,
por encontrar la palabra que nos nombra
y nos pertenece.
Los nombres pesan, condenan la respiración y nos abortan el anonimato, hay que ser valiente para llevarlos con dignidad. Estupendo poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Marian
Gracias Marian...he estado un poco ausente de la red...que también pesa...un fuerte abrazo.
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