---y publicado en el número especial de La Galera "Almanaque 2000"---
su centésimo movimiento,
las miradas de luz ambigua
cuando permanecen en los breves instantes
con su insignia de indiferencia.
Creo recitar su dolor de nube,
añorar con todas sus palabras,
sus recuerdos perforados,
los amores separados a un rincón
entre sus pulmones de piedra.
Y aún pudiera firmar que comprendo
los sonoros de sus historias,
la bruma penetrando en su respiración,
sus uñas tornándose a ceniza,
sus uñas tan parecidas a las mías
y tan frías,
que presiento cuando una de ellas sufre,
derrotada
y lejos de fundirse
bajo la misma lluvia de siempre.
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