Danza Macabra en un amanecer con Ingmar Bergman


Amanece cuando menos esperas

sin haberte dado cuenta,

como un amor que aparece

sin haber deseado nunca, nunca

su llegada tras despertarte frío

en una pesadilla

con mujeres de hielo.


Amanece de pronto,

como una muerte vestida de negro

retándome a una partida de ajedrez.





2 comentarios:

  1. Andrés de la Orden.3 de agosto de 2010, 0:44

    Es una maravilla inquietante y hermosa.

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  2. Gracias Andrés, me alegra que te transmitiera exactamente esa inquietud vital que nos persigue desde que nos percatamos de lo absurdo y lo diario.

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