En la lenta sábana de la noche he pensado si el Zenón de Marguerite Yourcenar experimentó la misma soledad que yo en estos instantes. Si realmente la soledad es una decisión o un leve empujón de la multitud, bramando sus inútiles sueños día tras día...el sol saldrá por el Este y punto a los sueños.
Qué nos lleva a exiliarnos a una Brujas infectada por la ambición y la mediocridad. En dónde radica la finalidad de escapar una y otra vez por y para nunca ser escuchado, y una y otra vez oir repetido las mismas palabras en el mismo orden y con la misma intención, los mismos cinco actos clásicos del teatro, el mismo final...el mismo al que llevó, desconsolado pero sin más opción, su antaño amigo Bartholommé Campanus al único personaje que importaba en esta historia.
-Mi muerte me parecía segura, ya no me quedaba más que pasar unas cuantas horas in summa serenitas...
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