Nocturnidad Telegrafiada

Y no hay final con clavel

que merezca detener

las agujas que se clavan

en esta noche de infiernos.

Amor, cariño, sentimientos

no son nada más que un saxo

y no pienso escribir de ellos

porque son la imposición errónea,

en resumen, de un te espero

vomitado por un Godot consumido

ante la traición que nunca

supo admitir. Amor y perros.

La sangre de los caninos

derramada cuando no se detiene

el tiempo, hoy no, el tiempo de huir

antes de la borrasca de azúcares

telegrafiados.

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2 comentarios:

  1. Tío, el estudioso que algún día se atreva a interpretar la explicación a toda la simbología íntima de tus poemas, lo va a flipar. Va a saudar sangre.
    Los dos últimos versos, si me dices que son de un surrealista ortodoxo parisino de los años veinte, me lo creo.

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  2. El humo verde, Juande, el humo verde...

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