Poema II

La fiebre es el sudor de la soledad
y una rótula puede ser el juguete
que ha definido nuestra infancia.

El blanco se torna sempiterno,
sábanas limpias, solitarias,
cocaína, cadáveres siempre
blancos, sueños en blanco,
cheques en blanco
que nunca se firman.

La vida adulta
o la muerte del sueño
y todo claro, hecho añicos
como los azulejos de un sanatorio,
de ese hospital que nos borrará
lejos cuando la fiebre aumente.

Cuando amanezca ese instante
echaré mi mano a la rótula
y lloraré por no haberla triturado
para pintar,con su polvo, una puerta
de emergencia.

1 comentario:

  1. Aquí me tienes, y aquí me quedo, saboreando lo bueno que ofrece siempre esta ventana.

    Un abrazote
    Marian

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