(El Deseo de la Estatua, XIX poema de la II Parte)

---...un recuerdo de hace diez años...---

He visto el paraíso,
condenado,
en una caja de cerillas.

Camina el hombre de paja,
armado,
los gavilanes en tierra.
Abren los párpados,
despiertan,
al algodón ardiendo.
En su frente ampollas,
crucificando,
los brazos ahora humanos.

Observa el sol con ojos de mármol,
cenicientos,
y verás el humo senil del paraíso.

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