La marea se ha debilitado
como un poema escrito en un bar,
una servilleta, y permanezco
pensativo en la proa de tu sexo
aspirando un amanecer
tibio de luz y tu respiración leve.
Me siento como Nereo educando
el licencioso cuerpo de Afrodita.
el licencioso cuerpo de Afrodita.
Podría morder y levantar una nueva tormenta.
Nadie lo duda... a tenor de este poema.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Marian
Muchas gracias, Marian...te debo unos poemas para la Náusea...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo...