El ocaso de las arañas

Fallecen las palabras en tu boca
Y leo tu pasado en tu mirada
Para caer en las mismas redes, hambre
Es lo único que cruel te define,
Por llorar ante tu veneno frío
En el que anhelaste domesticarme
Como animal herido de huida, muerto.
No supiste identificar la herida
Como el final de una aventura, lejos
De tentáculos y cientos de ojos.
Y descartaste la oportunidad
De escapar. Ya estoy muy lejos, arácnida,
Y escribo con la savia de tus redes
La historia de un Ulises sin retorno
Sin voces que más allá me reclamen
De la nocturnidad de un viaje a solas.

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