Isósceles

...y siguiendo con la abandonada costumbre de recoger poemas de tiempos pretéritos aquí lego uno de principios de 1999 el cual, no lo niego, me ha hecho sonreir, tanto por su barroca ingenuidad como por su espíritu hoy tan vivo y necesario. No se es profeta en su tierra pero sí puedes ver, si te apartas lo suficiente del camino, la honda huella del tiempo y su inevitable devenir... 


(por otro lado señalar que aquellas palabras en cursiva dentro del texto son añadidos actuales que lo único que intentan es enmendar errores del pasado)



Pueden crecer los rascacielos en una joroba horizontal
para taladrar las cadenas del horizonte paralelo
y pueden crecer caleidoscopios y telégrafos mudos
donde las sensaciones no me dibujen con los ojos
y pueden volar candados en banderas de interrogantes
buscando nuevas marismas y entrepiernas que codificar
alzándose en un mástil de derechos escaneados
y pueden señalar las páginas escritas en sangre de sueño
a través de las rejas del invernadero con fusiles armados
porque sólo una cosa queda en lo humano y el tiempo
el dibujo -geometría- del trapecio poético

deben callarse las sirenas de anónimas guías de teléfono
y descubrirse el final de botarga en las novelas bancarias
para que el viento vuelva a resoplar desde barlovento
y deben encenderse a clarinazos las hipérboles de la verdad
entre biblias cuadradas donde se define a la rima
para que las rapaces no acunen más a los recién nacidos
y debe el bermellón cristalizarse en sordinas de lamentos
para que mis versos sean escuchados por las radios de cera
con sus antenas de araña y perfiles de hormigón
para que en los cielos de helio nazcan cruceros de nubes
como caricaturas lanzando guiños entre voces de acero

pero que callen
que devuelvan las insinuaciones
y que las llaves maestras sean educadas
por retratos perpendiculares de magnolias
porque pueden romper todos los pinceles
pueden romper todas las plumas
pero siempre quedará
la poesía o la duda

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