Un mes ausente, recordando los últimos versos que escribí, como un somnífero , como un preludio a los insomnios de las últimas noches.
"Con una copa vacía,
colmada de trozos de hielo
como corazones muertos,
escucho el latido de una música
palpitando sus últimos suspiros...."
Mes de habitar en ningún lugar, de revivir una y otra vez una cadencia, una entonación enfática de horas largas como un hierro sin terminar de forjar. Una ida y venida de palabras ignoradas, y de amaneceres en donde se huye hacia el sueño.
Mes de nadie y para nadie. Largas semanas de un Abril sumido en estos versos que se tornaban blanquecinos en la mente. De inspirar y expirar, esperar todo un infinitivo.
Al menos estos versos, breves, ausentes como yo, como este lugar...
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