Misiva desde el Con~Clave de Voz

Estimados amigos, poetas y todos aquellos que nos honrasteis con vuestra presencia en el “Con~Clave de Voz: I Encuentro de Poesía Combativa” realizado en Cartagena, el pasado 4 de Noviembre en la Sala Rockola:

Habiendo dejado una semana para poder reflexionar y recibir impresiones sobre el recital poético me gustaría compartir con todos vosotros, cercanos a mi corazón, las conclusiones sobre el mismo.

En primer lugar resaltar lo más importante. Fue un completo éxito, más allá de la repercusión mediática, que la tendrá, más allá de las discusiones y disensiones acontecidas, y más allá de personalismos adjudicados sin sentido alguno. Fue un éxito, y así queda y yacerá por siempre en lo más profundo de mis recuerdos, por haber conseguido reunir a quince voces, quince poetas que libremente prestaron su voz a un público que llenó el local.
Estos dos elementos resultaban impensables, más aún diría que no entraban en nuestros planes, hace apenas un mes cuando Joaquín Piqueras y el que os escribe en torno a unas cervezas nocturnas, cansados del día a día por nuestros respectivos trabajos y obligaciones, empezamos a fraguar la idea del “Con~Clave”.
Por todo ello transmitir el orgullo y el buen sabor de boca que nos deja al reunir a tantas personas, entre las cuales había muchos que hacía bastante tiempo no podían compartir unos versos juntos. Y señalar que si hay alguien que en verdad ha tomado partido y ha sido clave para convocar a tal elenco de voces poéticas ese es Joaquín Piqueras, ya que sin él nada hubiese sido igual. Gracias Joaquín desde mi más sincera amistad.
Más aún, quisiera resaltar este punto ya que no desearía encontrarme con voces que erróneamente me adjudicaran un intento deliberado de protagonismo durante todo el proceso, largo y arduo, que llevó organizar el evento. Dicho queda.

En segundo lugar, y no quiero extenderme mucho sobre el asunto que voy a tocar, al respecto de la convocatoria que con la mejor de las intenciones realizamos a todos aquellos que conocíamos, concretar que el que fue a recitar fue porque así lo quiso, el que no quiso no lo hizo, el que vino sabía lo que iba a oír y a escuchar, y si no lo descubrieron rápidamente, y el que no vino sería porque no pudo o no quiso. Tan simple. El concepto del evento era reunir voces poéticas que estuvieran viviendo en el día de hoy y no con las musas del Olimpo, claro quedaba, y el público, (o algún participante), muy despistado debía estar para escandalizarse por una bandera o por cualquier tipo de comentario o verso. Claro está hubo de todo, como en los buenos tiempos y como en los buenos tiempos no muevo ni una pieza de lo que representó este acto con toda su simbología e ideología. Tal y como se hizo, incluido el espíritu, lo volvería a hacer hoy mismo.

En tercer lugar, agradecer a todos los que os desplazasteis hasta Cartagena, arrastrando muchos kilómetros para unir vuestras voces a las nuestras. No tenemos, Joaquín y yo, palabras para agradeceros vuestro compromiso con la poesía. Vosotr@s sabéis los que sois y para vosotr@s va el mayor de los elogios.

En cuarto lugar, y por último, comunicaros que el mes que viene tenéis otra cita en el mismo lugar, el “Con~Clave de Rock” del cual ya os iremos informando puntualmente.

¡Salud!


P.S.: Comentaros que habrá un “II Encuentro de Voces Combativas”, casi con toda seguridad muy pronto y en Murcia, el cual promete ser más combativo si cabe. Porque creo, sin despreciar otras opiniones, que la estética por la estética, el artificio por el artificio, no son nada sin alma. Rodin pensaba. Su afamada escultura nunca lo ha hecho ni lo hará por si misma. Sigue y seguirá siendo una estatua y hasta que se diga lo contrario las esculturas, ni un edifico, ni un poema puramente estético, divinamente medido, piensa.
Somos nosotros, todos, los que tenemos que ajustar nuestra posición a la de esa escultura que representa a un hombre pensando, y posteriormente alzando la voz.
Las voces sí hacen pensar y nosotros apostamos por ellas y por la abolición de la afonía que se nos ha impuesto como norma.